Tuve el gusto de conversar con la periodista Claudia Macedo Vela sobre Felicidad para el periódico El Universal de Perú. La entrevista está disponible en el blog del semanario, en este enlace:

 Entrevista a Sylvia Ramírez - El Universal de Perú 

- ¿La felicidad existe?

La felicidad sí existe y tiene tres características esenciales: (i) no significa lo mismo para todo el mundo (cada persona tiene su manera de ser feliz; no hay un solo modo); (ii) es una decisión (no es una meta que debamos alcanzar) y (iii) es perfectamente compatible con otros estados de ánimo: se puede ser feliz y, al mismo tiempo, estar triste, por ejemplo.

Vamos por partes: la razón por la que muchas personas encuentran tan esquiva la felicidad es porque suelen confundirla con “estar contento” y, cuidado, se trata de dos cosas parecidas pero diferentes. Nos ponemos “contentos” cuando recibimos una buena noticia; cuando nos ganamos la lotería; cuando tenemos una nueva relación de pareja o cuando estamos comiendo algo que nos gusta, por ejemplo, pero la verdad es que ninguna de estas cosas nos ocurre todo, todo el tiempo. Volvemos al inicio: es muy peligroso confundir “ser feliz” con “estar contento”.

La felicidad, entonces, no consiste en algo que obtengamos sino, por el contrario, es un atributo que ponemos a nuestra cotidianidad. Cuando logramos asimilar esta distinción comenzamos a notar que nuestra vida –ahora mismo- es mucho más feliz de lo que creíamos, dado que ser felices ya no dependerá nunca más de las cosas que nos pasan sino de lo que nos decimos acerca de lo que nos pasa. Esa es la esencia del poder personal.

- ¿Qué es lo que una persona necesita para ser feliz?

Lo primero que una persona necesita para ser feliz es querer ser feliz. Y aunque parece un asunto obvio, en la práctica no lo es tanto: a muchos de nosotros nos enseñaron desde pequeños que hay mucho mérito en aguantar con valor una vida dolorosa porque a cambio del sufrimiento terrenal nos espera una promesa de la felicidad en la vida eterna.

Después de querer ser feliz, es indispensable creer que es posible ser feliz. El segundo paso consiste en aprender a confiar en la forma como ocurren las cosas; a creer en nuestra buena suerte.

Y lo tercero es poner una dosis enorme (ENORME) de realismo a la vida: dejar de lado el perfeccionismo; dejar de compararnos; soltar los parámetros ideales de todo (trabajo, pareja, cuerpo, academia) y enfocarnos en construir la mejor vida que podamos vivir, no una vida perfecta.

- ¿Cómo el entorno influye para ser feliz?

Aunque me revolución consiste en demostrar a las personas justamente que el entorno no afecta (no tiene por qué afectar) nuestra felicidad, dado que, nuevamente, lo importante no es tanto lo que nos pasa sino lo que nos decimos en nuestro diálogo interno sobre lo que nos pasa, aunque estoy convencida de eso, es igualmente cierto que hay ajustes que podemos hacer ya mismo a nuestro entorno y que redundarán en muchísima felicidad, casi de inmediato.

Les propongo hacer tres ajustes: (i) organizar los espacios en los que pasamos más tiempo (nuestra habitación y nuestra oficina: en un ambiente congestionado difícilmente estaremos a gusto); (ii) personalizar los espacios (poner una imagen inspiradora en el computador; poner las flores de nuestra preferencia o una música agradable) y (iii) hacer todo lo posible por rodearnos de personas positivas por lo menos en un momento del día.

- ¿Qué recomendaría?

Acciones puntuales que en cinco años pueden cambiar radicalmente la clase de vida que vivimos:

- Preferir salir a tomar un café con alguien en vivo y en directo que conversar por las redes sociales (las hormonas del bienestar se activan con la interacción entre humanos y no con chats en un teléfono inteligente)

- Dormir la cantidad de horas que cada uno sabe que requiere dormir (con un cuerpo agotado es imposible ser feliz. Im-po-si-ble)

- Dejar de autosabotear nuestros sueños con actitudes como la postergación, el negativismo y el conformismo (el primer paso para tener más es querer más)

- Erradicar las quejas para elevar el poder personal: cada vez que nos quejamos de algo en lugar de trabajar por cambiarlo, estamos diciendo al mundo en voz alta que no somos capaces de lidiar con nosotros mismos

Consultora empresarial en Felicidad y Personal Branding
Coach Ejecutivo – Coach Personal
@SylviaRcoaching
www.sylviaramirez.com.co